Podem es va constituir el gener del 2014, arran de la publicació del
manifest 'Moure fitxa'. La trentena d'intel·lectuals que el signaven
defensava una candidatura rupturista unitària a les eleccions europees.
Mesos després, Podem aconseguia cinc escons al Parlament Europeu. El
naixement de Podem es vincula a l'eclosió del moviment 15-M, que va
tenir un fort impacte a l'estat espanyol, sobretot a Madrid. Segons que
deia aquell mes de gener Pablo Iglesias en una entrevista a VilaWeb, s'inspiraven en part en el Procés Constituent que Teresa Forcades i Arcadi Oliveres havien promogut a Catalunya.
Podem parteix d'un nucli dirigent i a partir d'aquest s'estén pel territori. El manifest 'Moure fitxa' va ser el punt de partida perquè un grup de
persones vinculades a l'esquerra espanyola formalitzés una nova
organització política, Podem. D'aquest nucli fundador han anat sorgint
nuclis locals, els anomenats cercles. Durant aquests dos últims mesos,
del setembre al novembre, s'ha configurat l'assemblea ciutadana de
Podem, considerada l'assemblea constituent de la formació i que és el
màxim òrgan de decisió.Aquesta assemblea ciutadana va elegir fa poques setmanes Pablo Iglesias
com a secretari general i va aprovar la seva proposta d'organització.
Iglesias ha designat un consell ciutadà amb seixanta-dos dirigents i
disset secretaris generals autonòmics que configuren una mena de consell
executiu. La proposta que va sortir guanyadora de l'assembla
constituent establia la figura d'un secretari general, acompanyat d'un
nucli dur de consellers, d'on surten les directrius als cercles. Tretze
d'aquests dirigents de Podem —entre els quals Pablo Iglesias, Íñigo
Errejón, Juan Carlos Monedero o Tánia González— són professors de la
Universitat Complutense de Madrid. La via principal de debat i decisió
de l'assembla ciutadana és la telemàtica. Els membres dels cercles hi
participen a través d'eines com ara Reddit, on tenen una plaça virtual.
L'objectiu de Podem és guanyar les eleccions espanyoles i forçar un
canvi de sistema després d'haver assolit les màximes institucions
estatals. L'èxit a les eleccions europees va ser una gran empenta i des
d'aleshores ha posat tota la carn a la graella per 'trencar el cadenat
del règim del 78' i emprendre un procés constituent. 'S'ha d'ocupar la
finestra d'oportunitat que s'obre quan els partits del règim del 78 són
en descomposició i hi ha canals d'indignació. No podem perdre aquesta
oportunitat […]. Sense canvi institucional, no hi haurà cap canvi', deia
Marc Bertomeu, portaveu de Podem Barcelona, en un debat a Boca Ràdio amb el portaveu de la CUP de Barcelona, Albert Martín.
Malgrat la manca d'arrelament social, Podem compta guanyar gràcies a un
electorat força transversal, que fins ara votava partits clàssics, com
el PSOE, el PP o IU, i també sectors que havien optat fins ara per
l'abstenció. Un vot de càstig a aquests partits que Podem aspira a
convertir en 'vot constructiu'. 'La gent mobilitzada és una minoria, i
només amb aquesta no farem el canvi', deia Bertomeu. Potser per això
l'estratègia electoral de Podem també consisteix a defugir les etiquetes
i definir la seva proposta dient que no és 'ni de dretes ni
d'esquerres'.
Monedero se reivindicó como "la piedra en el estanque, y esperamos que la onda lleguen a la orilla y despierten lo que aún está dormido"; Teresa Rodríguez llamó a "pasar de la resistencia a la ofensiva"; Urbán afirmó: "No vamos a pedir ni un solo euro a la banca que queremos expropiar". Y Errejón defendió: "Esta iniciativa es atípica, pero también es excepcional el momento en el que vivimos, de bloqueo político. Tiene que ver con la paradoja: cómo es posible que habiendo tanto descontento no hayamos sido capaces de precipitar el cambio político. Esta iniciativa no tiene interés en ser una opción más en el mercado supermercado electoral. Quiere abrir el escenario para el protagonismo ciudadano".
17 de enero de 2017. Han pasado tres años de aquel día. Podemos ya no es una simple "iniciativa" de "método", sino un partido que participa en los gobiernos de las principales ciudades españolas y cuenta, con Unidos Podemos y las confluencias, con cinco millones de votos y 67 escaños en el Congreso de los Diputados. Un partido así que, sin embargo, está en cosntrucción y que, en cuatro semanas, en Vistalegre 2 –11 y 12 de febrero–, deberá decidir qué quiere ser de aquí a los próximos años.
Teatro del Barrio. Lavapiés. 17 de enero de 2014. Pablo
Iglesias se presenta ante un centenar de personas. Junto a él, muchos de
los primeros que participaron en el nacimiento de Podemos y en sus
primeros pasos: Miguel Urbán, Jorge Moruno, Teresa Rodríguez, Juan
Carlos Monedero, Íñigo Errejón.
Aquel día, Iglesias
no presentaba un partido, sino una "iniciativa", un "método", el de "que
elija la gente" qué candidato prefería para las elecciones europeas del
25 de mayo de 2014. Iglesias interpelaba a "las organizaciones
políticas y sociales" que habían combatido las políticas contra la
austeridad, "IU, Anova, las CUP, el SAT", a participar en unas primarias
para esa candidatura europea.
"Dijeron en las plazas que sí se puede, y nosotros decimos hoy que
podemos", arrancó Iglesias: "Defender lo que dice la declaración
universal de los humanos es revolucionario. El problema no es que el
gobierno sea de derechas, sino que están destruyendo los derechos
humanos. Doy un paso adelante asumiendo que puedo encabezar una
candidatura para las elecciones europeas. Sólo será así bajo tres
condiciones: un mínimo apoyo popular de 50.000 personas; apoyarme para
buscar un proceso de unidad con las fuerzas políticas y sociales que
durante estos años se han enfrentado contra las políticas de austeridad,
como IU, como Anova, las CUP, como el SAT, y movimientos sociales, y el
método para esa unidad es que elija la gente: que cualquier persona que
quiera encabezar un proyecto para traducir la indignación social en
poder político".Monedero se reivindicó como "la piedra en el estanque, y esperamos que la onda lleguen a la orilla y despierten lo que aún está dormido"; Teresa Rodríguez llamó a "pasar de la resistencia a la ofensiva"; Urbán afirmó: "No vamos a pedir ni un solo euro a la banca que queremos expropiar". Y Errejón defendió: "Esta iniciativa es atípica, pero también es excepcional el momento en el que vivimos, de bloqueo político. Tiene que ver con la paradoja: cómo es posible que habiendo tanto descontento no hayamos sido capaces de precipitar el cambio político. Esta iniciativa no tiene interés en ser una opción más en el mercado supermercado electoral. Quiere abrir el escenario para el protagonismo ciudadano".
17 de enero de 2017. Han pasado tres años de aquel día. Podemos ya no es una simple "iniciativa" de "método", sino un partido que participa en los gobiernos de las principales ciudades españolas y cuenta, con Unidos Podemos y las confluencias, con cinco millones de votos y 67 escaños en el Congreso de los Diputados. Un partido así que, sin embargo, está en cosntrucción y que, en cuatro semanas, en Vistalegre 2 –11 y 12 de febrero–, deberá decidir qué quiere ser de aquí a los próximos años.
En ese qué querer ser, a veces se reduce a la
simplificación de posibilista o radical; pragmático o extremista; amable
o macarra; más calle o más institución; bloque político y social con
aliados –IU– o partido independiente que puede –o no– concurrir con
otros a las elecciones. Pablo Iglesias o Íñigo Errejón, que han
presentado documentos políticos por separado para el congreso.
Las posiciones políticas se cruzan y entrecruzan, y también tienen que
ver con cómo ha de relacionarse Podemos con su entorno –confluencia
vs. partido único; Unidos Podemos, las confluencias, los sindicatos, los
movimientos sociales, la sociedad civil–; cómo ha de comportarse con el
PSOE; cómo ha de expresarse –posmoderno o con memoria; narrativa de
izquierdas o no; suave o impugnador; frío o épico–; cómo interactuar en
el palacio institucional, la Cultura de la Transición –CT–, la calle y
el régimen mismo –ruptura o reforma/izquierda régimen–; cómo ha de ser
la estructura del partido; y cómo se interpreta la transversalidad.
En los próximos días se irán acelerando los
En ese qué querer ser, a veces se reduce a la
simplificación de posibilista o radical; pragmático o extremista; amable
o macarra; más calle o más institución; bloque político y social con
aliados –IU– o partido independiente que puede –o no– concurrir con
otros a las elecciones. Pablo Iglesias o Íñigo Errejón, que han
presentado documentos políticos por separado para el congreso.
Las posiciones políticas se cruzan y entrecruzan, y también tienen que
ver con cómo ha de relacionarse Podemos con su entorno –confluencia
vs. partido único; Unidos Podemos, las confluencias, los sindicatos, los
movimientos sociales, la sociedad civil–; cómo ha de comportarse con el
PSOE; cómo ha de expresarse –posmoderno o con memoria; narrativa de
izquierdas o no; suave o impugnador; frío o épico–; cómo interactuar en
el palacio institucional, la Cultura de la Transición –CT–, la calle y
el régimen mismo –ruptura o reforma/izquierda régimen–; cómo ha de ser
la estructura del partido; y cómo se interpreta la transversalidad.
En los próximos días se irán acelerando los
En ese qué querer ser, a veces se reduce a la
simplificación de posibilista o radical; pragmático o extremista; amable
o macarra; más calle o más institución; bloque político y social con
aliados –IU– o partido independiente que puede –o no– concurrir con
otros a las elecciones. Pablo Iglesias o Íñigo Errejón, que han
presentado documentos políticos por separado para el congreso.
Las posiciones políticas se cruzan y entrecruzan, y también tienen que
ver con cómo ha de relacionarse Podemos con su entorno –confluencia
vs. partido único; Unidos Podemos, las confluencias, los sindicatos, los
movimientos sociales, la sociedad civil–; cómo ha de comportarse con el
PSOE; cómo ha de expresarse –posmoderno o con memoria; narrativa de
izquierdas o no; suave o impugnador; frío o épico–; cómo interactuar en
el palacio institucional, la Cultura de la Transición –CT–, la calle y
el régimen mismo –ruptura o reforma/izquierda régimen–; cómo ha de ser
la estructura del partido; y cómo se interpreta la transversalidad.
En los próximos días se irán acelerando los contactos para ver si hay transacciones de documentos y listas para
Vistalegre 2. Si al final no hay acuerdo, y Errejón presenta su lista
propia para la dirección –Consejo Ciudadano, no para la secretaría
general– y se impone a Iglesias, este último ya ha decidido dejar el
liderazgo del partido e incluso el escaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario